EL APARATO DIGESTIVO Y SUS PROBLEMAS

Casi todos los problemas de las chinchillas, desde una pequeña herida hasta problemas más graves pasan por problemas en su aparato digestivo. En muchas ocasiones son las alteraciones en el aparato digestivo la que nos indican que algo no va bien, y en muchas otras se producen problemas en el aparato digestivo secundarios al problema, pero graves y si no se cuidan, mortales. Las medicinas son necesarias pero también una bomba para el estómago de nuestras mascotas. Su uso debe de ir acompañado de una prescripción veterinaria, igual que sus dosis correctas.

El aparato digestivo de las chinchillas es similar al de los mamíferos, con la diferencia de que son roedores herbívoros y su cuerpo está preparado para ese tipo de alimentación. Su flora intestinal tiene bacterias típicas de su digestión, que se alteran a la mínima de estrés, medicación, cambio de alimentación o problemas, con lo que suelen ser un buen indicador de que algo no va bien.

Los problemas más frecuentes que solemos ver son la diarrea, el estreñimiento, los gases y las bolas de pelo. Las úlceras en el estómago o intestinos, así como una desestabilización de la flora o problemas en los dientes (ver Maloclusión) son también problemas habituales en las consultas.

En chinchillas lactantes o alimentadas artificialmente, en chinchilla embarazadas o recién paridas, debemos de tener un control mayor puesto que los problemas digestivos son mucho más peligrosos y más habituales debidos a los cambios que sufren tanto en el organismo como hormonales y de alimentación.

LAS DIARREAS

Las diarreas aparecen cuando la flora y el contenido de agua se alteran y las heces de las chinchillas se ven más blandas, pegajosas o incluso líquidas. Podemos notar las maderas con heces aplastadas o manchadas y heces pegadas en los pelos de las chinchillas en los casos más leves, o incluso ver claramente diarrea líquida en los más graves.

La mayor parte de las veces son debidas a una alimentación incorrecta o a proporcionarles de golpe un alimento nuevo con exceso de agua. Pero también se producen diarreas como reacción a ciertas medicinas o exceso de dosis, por estrés de un cambio de ambiente o viajes, por exceso de agua en su dieta (sobre todo si les damos frutas o verduras frescas). Los parásitos intestinales y las bacterias son uno de los principales causantes de las diarreas, además de debilitar rápidamente a la chinchilla porque absorben y se alimentan de los nutrientes que la chinchilla toma.

Poder hacer la diferencia y dar un tratamiento adecuado según el caso es tarea del veterinario y no debemos de esperar, es urgente.

En la cadena de la digestión hay una etapa en el intestino en la que se produce la absorción de agua, sales minerales, nutrientes y elementos básicos en el intestino. Cuando la cantidad de agua es excesiva, no se puede absorber correctamente lo que hace que las heces salgan más líquidas o blandas por exceso de agua. Esto conlleva también una pérdida de sales minerales y líquido, que podría desembocar si no le cogemos a tiempo en anemias, deshidrataciones o la muerte de la chinchilla. En bebes las diarreas son mortales si no se cortan y se acude de urgencias a un veterinario y en un adulto provoca lo mismo si se llega a perder demasiado peso corporal, nutrientes, o deshidratación.

Las anemias y los estados de carencias, así como falta de vitaminas y nutrientes, debilidad y decaimiento, dolor en la tripa e hinchazón, gases, suelen ser efectos secundarios de una diarrea, pero tan importante es curarla como averiguar su causa. El tratamiento no será el mismo para unos parásitos que provocan diarrea, que para una úlcera en el intestino que está provocando también diarrea, así que nunca debemos automedicar la chinchilla.

El uso prolongado de medicinas o tratamientos largos, el exceso de comida inadecuada, las malas condiciones de salud o incluso la falta de heno son otras de las causas de la diarrea. Las medicinas provocan la alteración de la flora intestinal, lo que no deja funcionar bien el intestino y deriva en diarreas muy a menudo.

En chinchillas bebés alimentadas artificialmente podemos tener problemas de diarreas debido a la lactosa de la leche artificial o a falta de leche materna natural. Hay que estar muy atento y controlar que las heces sean normales.

Las chinchillas embarazadas o recién paridas también sufren reblandecimientos normales en las heces durante el embarazo y después del parto. Tenemos que controlar que no vaya a más y sea algo transitorio debido al embarazo y al exceso de trabajo del intestino (pensemos que hay hormonas en mayor cantidad, mayor necesidad de nutrientes y mayores deshechos alimenticios, con lo que es normal pequeñas alteraciones en las heces).

En estos dos casos y en casos de diarrea debemos de evitar hierbas laxantes como el diente de león en exceso, la púrpura, la menta y proporcionarles una dieta estable con mucho heno y fibra, alguna algarroba o incluso carbón o un poco de pan duro para ayudar a absorber el exceso de agua (siempre con el consejo veterinario).

Una coproparasitología anual, una correcta alimentación sin cambios bruscos y un cuidado adecuado de nuestra chinchilla son algunas de las cosas que podemos hacer para evitar problemas digestivos.

EL ESTREÑIMIENTO

Es el caso contrario a las diarreas. La chinchilla tiene problemas para defecar, sus heces son pequeñas, secas, de escaso tamaño o inexistentes.

Si las diarreas pecaban de exceso de agua, los estreñimientos pecan de falta de agua y sequedad, lo que provoca un atasco en el aparato digestivo o falta de heces.

Los resfriados, la mala alimentación, problemas dentales, falta de apetito, el estrés, exceso de grasas y lípidos o problemas mayores en el aparato digestivo son los principales responsables del estreñimiento.

Los estreñimientos provocan hinchazón de tripa y gases, debido a la falta de alimentos e hidratación en el intestino, así como un déficit de nutrientes en la chinchilla.

Las chinchillas que beben poca agua y su alimentación incorrecta no lleva apenas fibra, son propensas al estreñimiento por mala alimentación. La fibra que proporciona el heno es básica e indispensable en el funcionamiento intestinal de la chinchilla. Una dieta con exceso de cereales y grasas y escasa en fibra y en vitaminas es inadecuada para una chinchilla.

El estreñimiento puede provocar infecciones, inflamaciones e irritaciones del intestino por falta de líquido y agua para poder lubricarse, lo que podría derivar a su vez en un prolapso rectal. Las chinchillas embarazadas pueden pasar etapas de estreñimiento transitorio y puntual antes de parir y no debemos de confundir el estreñimiento con el tamaño pequeño de las heces de los bebés proporcional a su tamaño.

Los problemas derivados de la diarrea como gases, dolor de tripa, molestias, decaimiento, anemias, también aparecen en el estreñimiento y, a pesar de que las personas puedan pensar que es menos grave por su evolución, es tan grave y necesitamos un veterinario. La flora intestinal se altera al igual que con la diarrea y si no se trata pasaremos a problemas mayores incluidos daños en el intestino y en los órganos por extensión y deficiencias.

Al contrario de la diarrea, hierbas como el diente de león y un aporte de fibra son adecuadas para ayudar a nuestra chinchilla.

LAS BOLAS DE PELO

  A pesar de que las chinchillas tienen su punto débil en el aparato digestivo, es totalmente falso que tengan problemas frecuentes en él si las cuidamos adecuadamente. Su alimentación supone el 90% de su salud intestinal y general; una alimentación incorrecta es sinónimo de problemas a corto o largo plazo. Pero no sólo es importante su alimentación, sino también su salud psicológica, una jaula espaciosa, ejercicio, y una buena higiene tanto en el pelo (cepillado y baños de marmolina habituales) como en su ambiente forman parte del cuidado de nuestra chinchilla.

La alimentación repercute en toda la chinchilla y es la base de su salud. Una dieta adecuada con fibra, proteínas, sales, minerales y vitaminas beneficia al pelo, los huesos, los órganos, y la fortaleza de nuestra chinchilla. El ejercicio es básico para su salud, desarrollo de los músculos, gasto energético y evita la obesidad que también es fuente de problemas.

La chinchilla se encarga de su propio aseo, y de los que conviven con ella. Es muy frecuente verles limpiarse los pelos, el hocico, los genitales y acicalar a los compañeros a diario. Esto puede llegar a ser un problema en época de muda o en chinchillas que son vagas para el aseo y complicarse si encima no come adecuadamente y su transito intestinal no es bueno.

Los pelos que chupan con las patas y la boca se ingieren. Los animales que viven en grupos o que tienen bebés a su cuidado o incluso el exceso de nerviosismo o estrés, derivan en problemas como el furchewing o comepelo(ver Fur Chewing), bolas de pelo, obstrucciones intestinales, bajada de defensas entre otros.

Los pelos que se ingieren hacen el mismo recorrido que la comida y los nutrientes, con la diferencia de que la queratina (los pelos) es dura e indigestible y debe de expulsarse en las heces sin crear problemas en el aparato digestivo. Cuando el aparato digestivo está sano y trabaja correctamente eso pelos se mezclan con los nutrientes y se expulsan en las heces como deshechos. El problema viene cuando se mezcla con los nutrientes y empieza a formar bolas (como el efecto de bola de nieve) en el interior del aparato digestivo. Si esto sucede, empezarán los problemas en la digestión y los gases. Las bolas de pelo forman atascos en el recorrido del intestino, llegando a obstruir y bloquear el paso de los nutrientes, deshechos y sustancias que van normalmente por ese camino. Si su tamaño es grande se quedan en el estómago ya que no pueden pasar al intestino y provocan daños enormes en la chinchilla, incluso asfixia si llegan a bloquean mucho la absorción de oxígeno o intoxicación si bloquean la expulsión del dióxido de carbono.

Sólo un veterinario podrá hacer una radiografía o un tratamiento y ver el problema, así como tratarlo para deshacer las bolas de pelo y facilitar el tránsito normal de la digestión.

La mejor prevención para evitar la formación de bolas de pelo es una buena alimentación rica en fibra y un buen estado general de salud de nuestra chinchilla. Debemos de ayudarles en época de muda con un buen cepillado semanal para evitar que los pelos de la muda se ingieran en lugar de retirarlos y pasen al estómago.

EL PROLAPSO INTESTINAL O RECTAL

Cuando hablamos de prolapso, hablamos de urgencia. Podemos ver prolapsos rectales, prolapsos vaginales, prolapsos de uretra o de vejiga, pero los más frecuentes en chinchillas son el prolapso rectal y el prolapso vaginal (Ver enfermedades de reproducción), son graves y mortales sino actuamos a tiempo.

  Básicamente la zona final del intestino, normalmente el tejido que recubre el recto, la zona más cercana al ano, sale fuera del orificio anal y aparece en el exterior visible.

Podemos ver una masa de diferente tamaño que parece una bolsa con sangre y aspecto blando o incluso con hemorragias. Es urgente, puede bloquear la salida de heces y provocar la muerte del animal por intoxicación en horas. Nunca debemos de tocarla o intentar reintroducirla nosotros, ya que un prolapso es grave y le podemos provocar la muerte o incluso reventar la bolsa de masa intestinal o dañar los intestinos.

Todo el intestino está sujeto a las paredes mediante unas estructuras. Cuando fallan y se produce su rotura o aflojamiento, esas partes quedan sueltas y pueden salir fuera del cuerpo (evidentemente las más habituales son las más próximas al orificio exterior).

Estos aflojamientos se pueden deber a muchas causas como bacterias o parásitos que perjudican los intestinos, problemas digestivos que lleven a un esfuerzo mayor para defecar o a un atasco en el intestino (deriva en sobreesfuerzo y rompe las uniones con las paredes) o lo que es peor, por culpa del dueño por facilitarle exceso de grasas y lípidos al animal lo que entorpece el proceso digestivo.

Si vemos esto en nuestra chinchilla debemos manipularla con cuidado y llevarla de urgencias a un veterinario. Los antibióticos para evitar una infección así como los antiinflamatorios y algunos puntos para introducir la masa en su sitio y que se fije de nuevo, suelen ser lo más habitual. Tenemos que pensar que dependiendo de la causa del prolapso podrá repetirse, así que también es importante conocer la causa y manipular con mucho cuidado la chinchilla.

Las chinchillas en el parto pueden desembocar en un prolapso bien rectal o vaginal del esfuerzo, debemos de tener mucho cuidado y controlar que todo esté bien.